LA FIESTA de PENTECOSTÉS

La celebración de Pentecostés incluye dos aspectos, interdependientes:

1) Final y plenitud de la celebración pascual (en el sentido originario y básico de la celebración : no una fiesta aparte, la "fiesta del Espíritu Santo", sino la culminación de la celebración pascual);

2) Especial referencia a un aspecto de la Pascua: el don, la presencia, la acción del Espíritu Santo en los seguidores de Jesucristo de cara a continuar su camino hacia la plenitud.

El Espíritu Santo es el don de Dios que caracteriza lo que el Nuevo Testamento denomina "tiempo nuevo" o "últimos días". No se trata de un tiempo cronológico, sino de un especial anuncio e inicial realización de la comunicación última y plena de la vida de dios. Creer en el Espíritu Santo y en su presencia en nosotros es sentirse inmerso en el don de vida que Dios nos comunica.


La comunicación del Espíritu Santo es fruto del misterio pascual de Jesucristo, es decir, la continuación de un camino de donación de vida. El ritmo, por tanto, de la acción del Espíritu Santo será el mismo que sigujió Jesús: muerete-resurrección; lucha-vida.

El Espíritu Santo es el dador personal del amor de Dios en nosotros (Cfr. Rm 5,5). La vida cristiana es una vida según el Espíritu, precisamente porque es una vida, un camino, de comunión - identificación con Jesucristo, que se realiza en la Iglesia (en ella se expresa, de ella se alimenta, por ella trabaja).

fuente: http://www.mercaba.org